viernes, 17 de octubre de 2008

MANUEL MACHADO

ALEGRÍAS (SEVILLANAS, SERRANAS,ETC.)

El crujir de la falda
de tu vestido
es el toque de gloria
de mis sentidos:
vista, gusto y olfato,
tacto y oído.
Yo prometí no verte,
lo voy cumpliendo.
Malhaya la promesa
y el cumplimiento.
Que de ese modo
un valiente cobarde
lo pierde todo.
Pensativo en tus ojos
me estoy mirando,
y tú sabes de sobra
qué estoy pensando.
Por eso vivo
mirándome en tus ojos
tan pensativo.
Serranilla del alma,
cuando me acuesto,
con tu nombre en los labios
me voy durmiendo.
Y es lo más grande
que lo tengo en los labios
al despertarme.
Enfermito me tienen
tus ojos negros.
Dame la medicina,
dame el remedio.
Yo te daré
mi corazón, mi vida,
mi alma también.
Eres bonita y mala
como la adelfa,
que da gusto a los ojos,
pero envenena.
Aunque yo tengo,
contra veneno tanto,
contraveneno.
Sepulturas de amores
son las ojeras,
que van diciendo a voces
dichas completas.
Y amor no quiere,
para ser duradero,
satisfacerse.
(continuará)

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