viernes, 30 de octubre de 2015

ANTONIO MACHADO

APUNTE DE SIERRA

Abrió la ventana.
Sonaba el planeta.
En la piedra el agua.
Hasta el río llegan
de la sierra fría
las uñas de piedra.
¡A la luna clara,
canchos de granito
donde bate el agua!
¡A la luna clara,
Guadarrama pule
las uñas de piedra!
Por aquí fue España,
llamaban Castilla
a unas tierras altas.

jueves, 22 de octubre de 2015

WINDSOR BUOY


jueves, 15 de octubre de 2015

ANTONIO MACHADO

COPLAS POPULARES Y NO POPULARES
ANDALUZAS

¡El que se quiere perder
-no todos quieren guardarse-
busca a la mujer!

Tres veces dormí contigo,
tres veces infiel me fuiste,
morena, conmigo mismo.

Pasó Don Juan por tu calle,
y en tu balcón le dijeron:
suba un ratito, Don Nadie.

¡Linda dama de mis sueños
hablando siempre con otro,
con otro, sin darme celos!

¡Y esa gran placentería
de ruiseñores que cantan!
Ninguna voz es la mía.

Desde Sevilla a Sanlúcar,
desde Sanlúcar al mar,
en una barca de plata
con los remos de coral,
donde vayas, marinero,
contigo me has de llevar.


jueves, 8 de octubre de 2015

WAD VISON


jueves, 1 de octubre de 2015

ANTONIO MACHADO

PROVERBIOS Y CANTARES

Tres palabras suenan
al fin de tres sueños
y las tres desvelan.
Es la primera tu nombre;
la segunda, el nombre de ella.
Te daré más que me pidas
si me dices la tercera.

Ya de un tiempo heracliano
parece apagado el fuego.
Aún lleva un ascua en la mano.

Enemigo
que por el amor me hieres,
brazo de Dios, ¡Dios contigo!
Mas dejemos
abstrusas filosofías.
Añoremos
-en esta Hesperia de Europa-
¡oh hermanos!, los viejos días
de un siglo de masa y tropa,
y de suspiros amargos,
y de pantalones largos,
y de sombreros de copa.
Siglo struggle-for-lifista,
cucañista,
boxeador más que guerrero,
del vapor y del acero.
Siglo disperso y gregario,
de la originalidad;
siglo multitudinario
que inventó la sociedad.
Bajo el pintado carmín,
tuvo salud y alegría;
bajo la máscara fría,
fue el candor al esplín.
Siglo que olvidó a Platón
y lapidó al Cristo vivo.
Wagner, el estudiantón,
le dio su homúnculo activo.
Azotado y errabundo,
sensible y sensacional,
tuvo una fe: la esencial
acefalía del mundo.