jueves, 30 de enero de 2020
viernes, 24 de enero de 2020
MANUEL BENITEZ CARRASCO
El niño quiso ser pez,
metió los pies en el río;
estaba tan frío el río
que ya no quiso ser pez.
El niño quiso ser pájaro,
se asomó al balcón del aire;
estaba tan alto el aire.
que ya no quiso ser pájaro.
El niño quiso ser perro,
se puso a ladrarle a un gato;
lo trató tan mal el gato
que ya no quiso ser perro.
El niño quiso ser hombre,
empezó a ponerse años;
le estaban tan mal los años
que ya no quiso ser hombre.
Y ya no quiso crecer,
no quería crecer el niño;
se estaba tan bien de niño
pero tuvo que crecer.
Y en una tarde, al volver
a su placeta de niño
el hombre quiso ser niño,
pero ya no pudo ser.
metió los pies en el río;
estaba tan frío el río
que ya no quiso ser pez.
El niño quiso ser pájaro,
se asomó al balcón del aire;
estaba tan alto el aire.
que ya no quiso ser pájaro.
El niño quiso ser perro,
se puso a ladrarle a un gato;
lo trató tan mal el gato
que ya no quiso ser perro.
El niño quiso ser hombre,
empezó a ponerse años;
le estaban tan mal los años
que ya no quiso ser hombre.
Y ya no quiso crecer,
no quería crecer el niño;
se estaba tan bien de niño
pero tuvo que crecer.
Y en una tarde, al volver
a su placeta de niño
el hombre quiso ser niño,
pero ya no pudo ser.
viernes, 17 de enero de 2020
viernes, 10 de enero de 2020
JUAN RAMON JIMENEZ
Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico…
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico…
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
viernes, 3 de enero de 2020
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