viernes, 2 de diciembre de 2022

NICANOR PARRA

                   Epitafio

     De estatura mediana,
     con una voz ni delgada ni gruesa,
    hijo mayor de un profesor primario
    y de una modista de trastienda;
    flaco de nacimiento
    aunque devoto de la buena mesa;
    de mejillas escuálidas
    y de más bien abundantes orejas;
    con un rostro cuadrado
    en que los ojos se abren apenas
    y una nariz de boxeador mulato
    baja la boca de ídolo azteca
    -todo esto bañado
por una luz entre irónica y pérfida-
ni muy listo ni tonto de remate
fui lo que fui: una mezcla
de vinagre y de aceite de comer
¡un embutido de ángel y bestia!