lunes, 31 de agosto de 2009

SCHUMACHER

viernes, 28 de agosto de 2009

MANUEL MACHADO

CASTILLA

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamen en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.
Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder. ¡Quema el sol, el aire abrasa!
A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal, responde. Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules y en los ojos lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.
Buen Cid, pasad. El Rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja.
Idos. El Cielo os colme de venturas.
En nuestro mal, ¡oh Cid!, no ganáis nada.
Calla la niña y llora sin gemido.
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: ¡En marcha!
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.

miércoles, 26 de agosto de 2009

GINTONIC DOBLE

martes, 25 de agosto de 2009

FEDERICO GARCIA LORCA

LA CASADA INFIEL

Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.

Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

*

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.


miércoles, 19 de agosto de 2009

VEGA DE CASTILLA

viernes, 14 de agosto de 2009

MANUEL MACHADO

MUSICA DI CAMERA

Ya galantes no más y delicados
madrigales haré - para las flores
y las mujeres -, sobrios de colores
y vagamente estilizados.
Pintaré la preciosa
gota de sangre, roja como guinda,
en el pétalo rosa del dedo de Luscinda,
al coger una rosa.
O diré los alegros
(silenciosos y ardientes)
de las niñas de los ojos,
de las niñas de los ojos negros.
Y charlaré como las fuentes.
Consuelo,
tu nombre me sabía
igual que un caramelo.
¡Qué pobre
soy desde que me falta
el oro de tu pelo!
Tus ojos
azules no me miran,
y para mí no hay cielo.
¡Consuelo!

miércoles, 12 de agosto de 2009

WATZMANN

lunes, 10 de agosto de 2009

MIGUEL HERNANDEZ

Al derramar tu voz su mansedumbre
de miel bocal, y al puro bamboleo,
en mis terrestres manos el deseo
sus rosas pone al fuego de costumbre.

Exasperado llego hasta la cumbre
de tu pecho de isla, y lo rodeo
de un ambicioso mar y un pataleo
de exasperados pétalos de lumbre.

Pero tú te defiendes con murallas
de mis alteraciones codiciosas
de sumergirte en tierras y océanos.

Por piedra pura, indiferente, callas:
callar de piedra, que otras y otras rosas
me pones y me pones en las manos.

jueves, 6 de agosto de 2009

ORACULO

lunes, 3 de agosto de 2009

MANUEL MACHADO

MORIR, DORMIR

- Hijo, para descansar
es necesario dormir,
no pensar,
no sentir,
no soñar.
- Madre, para descansar,
morir.

OCASO

Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde. El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada,
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar en nada!