viernes, 26 de septiembre de 2008

MANUEL MACHADO

LA AUSENCIA

No tienes quien bese
tus labios de grana,
ni quien tu cintura elástica estreche,
dice tu mirada.
No tienes quien hunda
las manos amantes
en tu pelo hermoso, y a tus ojos negros
no se asoma nadie.
Dice tu mirada
que de noche, a solas,
suspiras y dices en la sombra tibia
las terribles cosas.
Las cosas de amores
que nadie ha escuchado,
esas que se dicen los que bien se quieren
a eso de las cuatro.
A eso de las cuatro
de la madrugada,
cuando invade un poco de frío la alcoba
y clarea el alba.
Cuando y me acuesto,
fatigado y solo,
pensando en tus labios de grana, en tu pelo
y en tus negros ojos.
Diciendo la copla:
A eso de las cuatro,
como tenía a mi compañerita,
dormía en mis brazos.

CORAZÓN DE ORO

viernes, 19 de septiembre de 2008

MANUEL MACHADO

SEGUIRIYAS GITANAS (continuación y final)

Yo sentí el crujío
del cristalito fino que se rompe
del calor al frío.
Maresita'r Carmen,
guiarme los pasos,
pa que me aparte de la mala senda
que vengo pisando.
Las que se publican
no son grandes penas.
Las que se callan y se llevan dentro
son las verdaderas.
Rosita y mosquetas,
claveles y nardos,
en sus andares la mi compañera
los va derramando.
Negra está la noche,
sin luna ni estrellas.
A mí alumbraban los ojitos garzos
de mi compañera.
La persona tuya
es lo que y quiero.
Tenerte en mis brazos, mirarme en tus ojos
y comerte a besos.
En los caracoles,
mare, de tu pelo,
se me ha enredado el alma, y la vida,
y el entendimiento.
Horas de alegría
son las que se van.
Que las de pena se quedan y duran
una eternidad.
Cuéntame tus penas,
te diré las mías.
Verás cómo al rato de que estemos juntos
todas se te olvidan.
Estando contigo,
que vengan fatigas.
Puñalaítas me dieran de muerte,
no las sentiría.
La quiero, la quiero,
¿qué le voy a hacer?.
Para apartarla de mi pensamiento
no tengo poder.
¡Vaya un amarguito
tan dulce que tienen
los ojos azules que tanto me gustan,
que tanto me ofenden!
Sin verte de día,
serrana, no vivo.
Y luego, a la noche, me quitas e sueño,
o sueño contigo.
Compañera mía,
tan grande es mi pena
que el sol, cuando sale, con tanta alegría
no me la consuela.
¡Mírame, gitana,
mírame, por Dios!
Con la limosna de tus ojos negros
me alimento yo.




COLMAR

viernes, 12 de septiembre de 2008

MANUEL MACHADO

SEGUIRIYAS GITANAS (continuación)
Toíta la tierra
la andaré cien veces,
y volveré a andarla pasito a pasito,
hasta que la encuentre.
Se quebró el jarrito
pintao del querer.
¡Cómo plateros ni artistas joyeros
lo puén componer!
La prueba del frío,
la prueba del fuego.
¡Cómo ha salido mi corasonsiyo
del mejor acero!
Yo corté una rosa
llenita de espinas.
Como las rosas espinitas tienen,
son las más bonitas!
El cristal se rompe
del calor al frío,
como se ha roto de alegría y pena
mi corasonsiyo.

CLIFTON

martes, 9 de septiembre de 2008

POESÍAS

ECLIPSE DE LUNA
Estoy en este lugar donde la tierra aúlla,
donde los cuerpos parecen gastados de llanto
a una milésima de luz trasnochada
rompiendo el cordón de la sangre.
Soy testigo de nacer un sábado inventado,
un día extremo de raiz profunda,
con la distancia del tuétano
en el centro de la tierra.
Si supiese combatir las bocas
que licúan tierra y barro,
que me encogen útero y saliva,
dejaría el llanto seco y su imposible muerte.

BESTIAS QUE AGUARDAN
¡Siempre habrá una mujer-yegua cansada!
¡Un cargador-acémila aguardando
llevar un muro! ¡Un águila amarrada!
¡Un hombre-buey detrás de una alambrada
esperando, esperando y esperando!

CRISÁLIDA
De mi cuerpo-crisálida y la fosa
latente donde estuvo sumergido,
no brotó la dorada mariposa,
sino la anatomía misteriosa
de un corpulento ruiseñor herido.

TEMOR DE LOS SENTIDO
Nuestros fieles sentidos ¡cuanto fallan!
¡Qué miedo a ver el fondo cerrebral!
¡Qué espanto a oír lo que los labios callan!
¡Qué temor a las bestias que batallan
sepultas en la célula sexual!

CHELLA PILLAI

viernes, 5 de septiembre de 2008

MANUEL MACHADO

SEGUIRIYAS GITANAS
Pensamiento mío,
¿adónde te vas?
No vayas a casa de quien tú solías,
que no pués entrar.
A pasar fatigas
estoy ya tan hecho
que las alegrías se me vuelven penas
dentro de mi pecho.
Mare de mi alma,
la vía yo diera
por pasar esta noche de luna
con mi compañera.
A la vera tuya
no puedo volver.
¡Cómo po unas palabritas locas
se pierde un querer!
Yo voy como un ciego
por esos caminos.
Siempre pensando en la penita negra
que llevo conmigo.
Ya se han acabado
los tiempos alegres.
Las florecitas que hay en tu ventana
para mi no huelen.
Desde que te fuiste,
serrana, y no vuelves,
no sé qué dolores son estos que tengo,
ni dónde me duelen.
Esta cadenita,
mare, que yo llevo,
con los añitos que pasan, que pasan,
va criando hierro.
Los bienes son males,
los males son bienes.
Las mis alegrías, ¡cómo se me han vuelto
fatigas de muerte!

jueves, 4 de septiembre de 2008

BURLON