No me mires, pues mira
que nos miramos.
Miremos la manera
de no mirarnos.
No nos miremos,
y cuando no nos miren
nos miraremos.
2
Y unos ojos de carbón
que tanto al mirar afinan
que más que ver, adivinan
de penetrantes que son.
3
Que no siempre en balanzas de fortuna
lo afortunado con lo audaz se aúna.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario