viernes, 6 de junio de 2008

MANUEL MACHADO

SOLEARES (continuación)

La mujé es como la fruta:
si no la cortan, se cae
en cuanto que está madura.
Tengo un querer y una pena.
La pena quiere que viva;
el querer quiere que muera.
Fatigas, que no tantas;
que a fuerza de muchos golpes
hasta el hierro se quebranta.
El que quiera, no lo diga;
hago como que no quiere,
y aprenda a pasar fatigas.
Al cielo no miro yo,
porque me miro en tus ojos
que son del mismo color.
Aunque amanezca nublado,
yo tengo sol y alegría
con tu carita a mi lado.
Por acercarme a tu vera,
con gusto iría pisando
cuchillos y bayonetas.

No hay comentarios: