viernes, 13 de septiembre de 2013

ANTONIO MACHADO

¡Oh, claro, claro, claro!
Amor siemprese hiela.
¡Y en esa Calle Larga
con reja , reja y reja,
cien veces, platicando
con cien galanes ella!
¡Oh, claro, claro, claro!
Amor es calle entera,
con celos, celosías,
canciones a las puertas.
Yo traigo un do de pecho
guardado en la cartera.
¿Qué te parece?
- Guarda.
Hoy cantan las estrellas,
y nada más.
- ¿Nos vamos?
- Tira por esa calleja.
- Pero ¿otra vez empezamos?
Plaza Donde Hila la Vieja.
Tiene esta plaza un relente.
¿Seguimos?
- Aguarda un poco.
Aquí vive un cura loco
por lindo adolescente.
Y aquí pena arrepentido,
oyendo siempre tronar,
y viendo serpentear
el rayo que lo ha fundido.
Calle de la Triste Alcuza.
- Un barrio feo.  Gentuza.
¡Alto! Pretil del Valiente.
- Pregunta en el tres.
- ¿Manola?
- Aquí. Pero duerme sola:
está de cuerpo presente.
¡Claro, claro! Y siempre clara,
le dé luna en la cara.
- ¿Rezamos?
- No. Vámonos.
Si la madeja enredamos
con esta fiebre, ¡ por Dios!,
ya nunca la devanamos.
Si, cuatro igual dos y dos.

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