jueves, 20 de septiembre de 2012

ANTONIO MACHADO

¿Ya de su color se avergüenzan
las hojas de la albahaca,
salvias y alhucemas?

Siempre en alto, siempre en alto.
¿Renovación? Desde arriba.
Dijo la cucaña al árbol.

Dijo el árbol: Teme al hacha,
palo clavado en el suelo:
contigo la poda es tala.

¿Cuál es la verdad? ¿El río
que fluye y pasa
donde el barco y barquero
son también ondas del agua?

¿O este soñar del marino
siempre con ribera y ancla?

Doy consejo, a fuer de viejo:
nunca sigas mi consejo.

Pero tampoc es razón
desdeñar
consejo que es confesión.

¿Ya sientes la savia nueva?
Cuida, arbolillo,
que nadie lo sepa.

Cuida de que no se entere
la cucaña seca
de tus ojos verdes.

Tu profecía, poeta.
-Mañana hablarán los mudos:
el corazón y la piedra.
-¿Mas el arte?
-Es puro juego,
que es igual a pura vida,
que es igual a puro fuego.
Veréis el ascua encendida.

No hay comentarios: