viernes, 10 de junio de 2011

ANTONIO MACHADO

HACIA TIERRA BAJA

Rejas de hierro; rosas de grana.
¿A quien esperas,
con esos ojos y esas orejas,
enjauladita como las fieras,
tras de los hierros de tu ventana?
Entre las rejas y los rosales,
¿sueñas amores
de bandoleros galanteadores,
fieros amores entre puñales?
Rondar tu calle nunca verás
ese que esperas; porque se fue
toda la España de Mérimée.
Por esta calle - tú elegirás -
pasa un notario
que va al tresillo del boticario,
y un usurero, a su rosario.
También yo paso, viejo y tristón.
Dentro del pecho llevo un león.
Aunque me ves por la calle,
también yo tengo mis rejas,
mis rejas y mis rosales.

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