viernes, 14 de noviembre de 2008

MANUEL MACHADO

"TONÁS" Y LIVIANAS (final)

Donde están los ojos garzos
de una morenita clara,
que se quiten los azules,
y los negros, que se vayan.
Crece el fuego con el viento;
con la noche, el padecer;
con el recuerdo, la pena;
con los celos, el querer.
La vida es un cigarrillo:
humo, ceniza y candela.
Unos lo fuman de prisa,
y algunos lo saborean.
Le he encargaíto a mi mare
que el día que yo me muera
con tu retrato me entierren
para tenerte a mi vera.
De la noche a la mañana
se me ha ido tu querer.
Agüita que se derrama
no se puede recoger.
La mujer, como el caballo,
en la casta está el valor;
buena madre, buena hija;
madre mala, hija peor.
La mar puse yo por medio
para ver si te olvidaba.
Pasé la mar... de fatigas,
y el olvido no llegaba.
El cariño y la salud
en un punto se parecen.
Nadie sabe lo que valen
hasta después que se pierden.
Tengo una copa en la mano
y en los labios un cantar,
y en mi corazón más penas
que gotas de agua el mar
y en los desiertos arena.
Si mi corazón se abriera
lo mismo que una graná,
en ca uno de sus granitos
te verías retratá.

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