Hermosa fuente que al vecino río sonora envías tu cristal undoso, y tú, blanda cual sueño venturoso, yerba empapada en matinal rocío: Augusta soledad del bosque umbrío que da y protege el álamo frondoso, amparad de verano riguroso al inocente y fiel rebaño mío. Que ya el suelo feraz de la campiña selló Julio con planta abrasadora y su verdura a marchitar empieza; y alegre ve la pampanosa viña en sus yemas la savia bienhechora nuncio feliz de la otoñal riqueza. |
viernes, 24 de marzo de 2017
JOSÉ JOAQUÍN DE MORA
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