viernes, 3 de enero de 2014

ANTONIO MACHADO

ÚLTIMAS LAMENTACIONES DE ABEL MARTÍN
(CANCIONERO APÓCRIFO)

Hoy, con la primavera,
soñé que un fino cuerpo me seguía
cual dócil sombra. Era
mi cuerpo juvenil, el que subía
de tres en tres peldaños la escalera.
Hola, galgo de ayer.(Su luz de acuario
trocaba el hondo espejo
por agría luz sobre un rincón de osario).
¿Tú conmigo, rapaz?
Contigo, viejo.
Soñé la galería
al huerto de ciprés y limoneros;
tibias palomas de la piedra fría,
en el cielo de añil rojo pandero,
y en la mágica angustia de la infancia
la vigilia del ángel más austero.
La ausencia y la distancia
volví a soñar con túnicas de aurora;
firme en el arco tenso la saeta
del mañana, la vista aterrdora
de la llama prendida en la espoleta
de su granada.

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