viernes, 10 de agosto de 2012

ANTONIO MACHADO

Poned atención:
un corazón solitario
no es un corazón.

Abejas, cantores,
no a la miel, sino a las flores.

Todo necio
confunde valor y precio.

Lo ha visto pasar en sueños.
Buen cazador de sí mismo,
siempre en acecho.

Cazó a su hombre malo,
el de los días azules,
siempre cabizbajo.

Da doble luz a tu verso,
para leído de frente
y al sesgo.

Mas no te importe si rueda
y pasa de mano en mano:
del oro se hace moneda.

De un Arte de Bien Comer,
primera lección:
No has de coger la cuchara
con el tenedor.

Señor San Jerónimo,
suelte usted la piedra
con que se machaca.
Me pegó con ella.

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