viernes, 9 de marzo de 2012

ANTONIO MACHADO

Hay fiesta en el prado verde
-pífano y tambor-.
Con su cayado florido
y abarcas de oro vino un pastor.
Del monte bajé,
sólo por bailar con ella;
al monte me tornaré.
En los árboles del huerto
hay un ruiseñor;
canta de noche y de día,
canta a la luna y al sol.
Ronco de cantar:
al huerto vendrá la niña
y una rosa cortará.
Entre la negras encinas
hay una fuente de piedra,
y un cantarillo de barro
que nunca se llena.
Por el encinar.
con la blanca luna,
ella volverá.

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