lunes, 7 de junio de 2010

BALTASAR DE ALCAZAR

Cansado estoy de haber sin Ti vivido





Cansado estoy de haber sin Ti vivido,

que todo cansa en tan dañosa ausencia;

mas, ¿qué derecho tengo a tu clemencia,

si me falta el dolor de arrepentido?



Pero, Señor, en pecho tan rendido

algo descubrirás de suficiencia

que te obligue a curar como dolencia

mi obstinación y yerro cometido.



Mi conversión es tuya y Tú la quieres;

tuya es, Señor, la traza, tuyo el medio

de conocerme yo y de conocerte.



Aplícale a mi mal, por quien Tú eres,

aquel eficacísimo remedio

compuesto de tu sangre, vida y muerte.

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