viernes, 16 de abril de 2010

ANTONIO MACHADO

Nuestras horas son minutos
cuando esperamos saber,
y siglos cuando sabemos
lo que se puede aprender.
Ni vale nada el fruto
cogido sin razon.
Ni aunque te elogie un bruto
ha de tener razón.
De lo que llaman los hombres
virtud, justicia y bondad,
una mitad es envidia,
y la otra no es caridad.

Yo he visto garras fieras en la pulidas manos;
conozco grajos mélicos y líricos marranos.
El más truhán se lleva la mano al corazón,
y el bruto más espeso se carga de razón.

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