miércoles, 19 de marzo de 2008

FRANCISCO ACUÑA FIGUEROA

¿ POR QUE SU ODIO?
Sé que es un ingrato Bruno;
pero ese odio que me tiene
no sé de dónde le viene,
pues no le hice bien alguno.
MADURECES
Ansioso un higo comía
-cuenta a Gil el viejo Arbelo-
y, ¡tris!, saltó un diente al suelo
de sólo tres que tenía.
Es bien raro el accidente
estando maduro el higo.
Y aquél contestóle: Amigo,
más maduro estaba el diente.
A UNA FLAQUISIMA TUERTA
Aquí yace Estafanía,
flaca y aguda mujer,
que bien pudo aguja ser,
pues sólo un ojo tenía.
Momia, esqueleto de alambre,
en torno a sus huesos vanos
yacen también los gusanos,
porque se murieron de hambre.

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