viernes, 30 de noviembre de 2012

ANTONIO MACHADO

¡Por qué, decisme, hacia los altos llanos
huye mi corazón de esta ribera,
y en tierra labradora y marinera
suspiro por los yermos castellanos?
Nadie elige su amor. Llevome un día
mi destino a los grises calvijares
donde ahuyenta al caer la nieve fría
las sombras de los muertos encinares.
De aquel trozo de España, alto y roquero,
hoy traigo a ti, Guadalquivir florido,
una mata de áspero romero.
Mi corazón está donde ha nacido,
no a la vida, al amor, cerca del Duero.
¡El muro blanco y el ciprés erguido!

viernes, 23 de noviembre de 2012

ALDUIDES


viernes, 16 de noviembre de 2012

ANTONIO MACHADO

LOS SUEÑOS DIALOGADOS

¡Cómo en alto llano tu figura
se me aparece! Mi palabra evoca
el prado verde y la árida llanura,
la zarza en flor, la cenicienta roca.
Y al recuerdo obediente, negra encina
brota en el cerro, baja el chopo al río;
el pastor va subiendo a la colina;
brilla un balcón en la ciudad: el mío,
el nuestro. ¿Ves? Hacia Aragón, lejana,
la sierra de Moncayo, blanca y rosa.
Mira el incendio de esa nube grana,
y aquella estrella en el azul, esposa.
Tras el Duero, la loma de Santana
se amorata en la tarde silenciosa.

viernes, 9 de noviembre de 2012

ALBUHERA


viernes, 2 de noviembre de 2012

ANTONIO MACHADO

SOLEDADES A UN MAESTRO

No es profesor de energía
Francisco de Icaza,
sino de melancolía.

De su raza vieja
tiene la palabra corta,
honda la sentencia.

Como el olivar,
mucho fruto lleva,
poca sombra da.

En su claro verso
se canta y medita
sin grito ni ceño.

Y en perfecto rimo
-así a la vera del agua
el doble chopo del río-.

Sus cantares llevan
agua de remanso,
que parece quieta.
Y que no lo está;
mas no tiene prisa
por ir a la mar.

Tienen sus canciones
aromas y acíbar
de viejos amores.
Y del indio sol
madurez de fruta
de rico sabor.

Francisco de Icaza,
de la España vieja
y de Nueva España,
que en áureo centén
se graben tu lira
y tu perfil de virrey.